La grifería del cuarto de baño necesita siempre de una buena limpieza para evitar que se queden esas gotitas de cal, tan poco estéticas. Aunque lo ideal es llevar a cabo una limpieza diaria y frecuente, en ocasiones debemos de hacer una en profundidad.
Mucha gente, que prefiere utilizar productos ecológicos, utiliza zumo de limón para limpiar los grifos cromados para que desaparezcan las manchas de cal, quede desinfectado y con un aroma fresco. Y es que además de ser una solución que protege al medio ambiente, es una solución muy barata: basta con un limón para que la grifería quede tan brillante como el día que la compramos. Los pasos son los siguientes:
- Exprimir un limón y colarlo para eliminar pepitas y otros residuos.
- Empapar un algodón del zumo de limón.
- Aplicar el algodón en la grifería.
- Dejar actuar 10 minutos y aclarar un paño mojado en agua templada.
¡Cuidado! Los paños o esponjas a utilizar cuando limpiamos la grifería no deben de ser rugosos, para no rayar el material.