Quizá te parezca un poco raro la elección del color negro a la hora de decorar un baño pero es una tendencia que se está extendiendo como signo de elegancia, lujo y atrevimiento. Los colores tradicionales eran el azul, verde o blanco por la sensación de limpieza y frescor que rezuman y que es lo que se espera en un espacio donde predomina el agua.
Para Combatir la Sensación de Reducidas Dimensiones
El problema que puede surgir con esos los oscuros es la sensación reducidas dimensiones. Para evitarlo el contraste con el color blanco es una opción muy recurrida y que siempre quedará bien. Además:
- Si el aseo no es muy amplio lo mejor es optar por un alicatado en blanco y que sean los complementos los que van en negro, en estampado o formando patrones que añaden un espacio más cálido y menos monótono al cuarto de baño.
- Los complementos dan un toque a la estancia iluminándola. Toallas, cortinas, apliques… si hemos vestido las paredes de negro deberíamos contrastarlas con colores intensos como naranjas o amarillos o, incluso, blanco.
- El color del suelo, dependerá de la opción que hayamos elegido para las paredes: si son negras, el suelo deberá ser blanco o grisáceo, como en la pared combinar ambos colores de manera abstracta para configurar cenefas, puede ser una buena opción siempre y cuando no sean muy intensas para que no cansen.
- En cuanto al resto de elementos: lavabo, inodoro, bañera… si hemos optado por paredes oscuras lo mejor será elegirlos de color blanco. También hacer combinaciones de lavabo blanco con un mueble color negro. Lo importante es buscar un equilibrio entre los colores y los elementos.
- Si en la decoración predominan los colores oscuros la iluminación debe ser intensa. Los espejos también ayudarán a la luminosidad y a que la estancia parezca más grande.
Blanco y negro, colores de alto contraste que logran elegancia y estilo en el ambiente y que nunca pasan de moda.