Qué son las sales de Epsom y para qué se utilizan

Las sales de Epsom son un compuesto mineral que ha sido utilizado durante siglos por sus propiedades terapéuticas. Este compuesto es un tipo de sulfato de magnesio heptahidratado. Esto significa que contiene moléculas de sulfato y magnesio, además de agua.

El origen de las sales de Epsom

Las sales de Epsom toman su nombre de la ciudad de Epsom, ubicada en Surrey, Inglaterra. Se cree que la fuente original de las sales fue descubierta en el siglo XVII, cuando un granjero local notó que el agua en un pozo en su propiedad tenía propiedades curativas.

Desde entonces, las sales de Epsom han sido utilizadas para tratar una amplia variedad de dolencias, desde problemas de la piel hasta problemas digestivos y musculares. La fuente original de las sales de Epsom se encuentra en un acuífero debajo de esta ciudad, el cual contiene agua subterránea rica en minerales, incluyendo sus 2 minerales principales.

La explicación científica de cómo se formaron las sales de Epsom se encuentra en la geología de la región. Durante el período Jurásico, la región estaba cubierta por un mar poco profundo. A medida que el agua del mar se fue evaporando, los minerales se concentraron, formando depósitos de sulfato de magnesio.

Con el tiempo, estos depósitos se convirtieron en la fuente natural de las sales de Epsom. La naturaleza de los depósitos de sulfato de magnesio en Epsom es única en todo el mundo, lo que hace de estas sales un producto exclusivo y distintivo de la región.

Hoy en día, las sales de Epsom se producen en todo el mundo a través de procesos de extracción y purificación. Sin embargo, la fuente original sigue siendo una atracción turística popular. La ciudad ha sido reconocida por su papel histórico en la producción de este material tan ansiado por una gran parte de la población a nivel mundial.

Qué hace diferente a las sales de Epsom

El magnesio y el sulfato, por supuesto. Cada uno de ellos tiene una serie de beneficios para la salud:

Magnesio

Es un mineral esencial que ayuda a regular las funciones corporales, incluyendo la salud de los huesos, la función nerviosa y muscular, o la producción de energía. Las sales de Epsom son una fuente rica en magnesio, lo que las hace beneficiosas para aquellos que sufren de deficiencia de magnesio.

Sulfato

El sulfato ayuda a desintoxicar el cuerpo, reducir la inflamación y mejorar la circulación. También puede ser beneficioso para aquellos que sufren de afecciones de la piel, como eczema o psoriasis.

Para qué se utilizan las sales de Epsom

Es común emplearlas en baños terapéuticos para ayudar a relajar los músculos y aliviar el dolor. También se utilizan en la elaboración de productos para el cuidado de la piel y el cabello debido a sus propiedades exfoliantes y suavizantes. También se han utilizado en tratamientos de spa, donde se agregan a baños de hidromasaje o se utilizan en masajes para relajar los músculos y reducir el estrés.

Ayudan a mejorar la calidad del sueño. Esto es gracias al papel que juega el magnesio en la calidad del sueño. Se ha demostrado que el magnesio ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar la calidad del sueño. Las sales de Epsom pueden ser utilizadas en un baño antes de acostarse para relajarse y ayudar a conciliar un sueño de mayor calidad.

En otro orden de puntos, y aunque no lo creamos, ayudan a aliviar el estreñimiento. El sulfato que existe en su composición también puede ayudar a aliviarnos. El sulfato actúa como un laxante suave y puede ayudar a suavizar las heces y estimular la eliminación de residuos del cuerpo.

Aunque las sales de Epsom son consideradas seguras para la mayoría de las personas, siempre es importante consultar con un profesional de la salud antes de utilizarlas. ¿El motivo? Si se padece alguna condición médica o se está tomando algún medicamento pueden ser un problema.

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