Cuando los niños son muy pequeños el cuarto de baño puede resultar peligroso, pues en él se suelen guardar medicamentos, productos de limpieza o instrumentos «peligrosos» (como tijeras, cortauñas…).
Además cuando bañamos a un bebé debemos de saber que su piel es muy delicada, mucho más fina que la de un adulto, por lo que debemos tener el agua a una temperatura tibia que sea la adecuada. Además tener cuidado con las posibles caídas y siempre vigilarlos mientras los bañamos para evitar accidentes desagradables.
En el portal elbebe.com resume muy bien los accidentes típicos en el siguiente cuadro, te recomendamos que lo leas: