Los baños de agua a diferentes temperaturas han sido siempre un infalible método de relajación natural. Gracias a ellos, podemos revitalizar los músculos del cuerpo, aliviar el estrés y reducir las tensiones. Uno de los grandes beneficios de esta técnica es que se puede realizar en nuestra propia casa, sólo requiere de algo de tiempo y paciencia. Si bien es cierto que la hidroterapia profesional también puede realizarse mediante circuitos termales especializados en el contraste de temperatura.
Técnicas de hidroterapia casera
- Puedes comenzar con un baño de inmersión en agua caliente durante al menos 15 minutos. Intenta aprovechar estos primeros minutos para relajarte, podrás ayudarte de sales o aceites aromáticos para ello.
- Después, dúchate con agua fría durante algunos minutos. Vuelve a tomar una ducha de agua tibia y acaba, siempre, con un chorro de agua fría. Hacer este proceso bien es importante, ya que se trata de relajar el cuerpo con el agua caliente y de revitalizarlo con el agua fría.
- Para concluir, puedes tomar un baño de vapor casero para aliviar la congestión nasal y limpiar impurezas. El remedio más eficaz es calentar agua con hojas de eucalipto y permanecer unos minutos debajo con una toalla en la cabeza.
Así que ya sabes, utiliza estas técnicas en tu hogar para mejorar tu salud y tu calidad de vida. ¡Cuéntanos qué tal te ha ido la experiencia y qué resultados notas en tu cuerpo!