En la mayoría de las casas nos encontraremos con grifos tradicionales en la ducha o bañera, pero en muchos hogares éstos se están viendo sustituidos por los denominados grifos termostáticos, en los que la temperatura ideal de la ducha se selecciona mediante una sistema de preselector con escala de grados.
De este modo, no tendremos que regular la temperatura mezclando el agua fría y el agua caliente, lo que nos permite ahorrar tiempo y agua (no se malgasta más agua que la necesaria).
De otro lado, si instalamos un grifo termostático ya no nos tenemos que preocupar de que alguien abra otro grifo en casa pues aunque lo hagan, seguiremos teniendo la temperatura que seleccionamos, lo mismo que si cerramos el agua para enjabonarnos, al volver a abrirla la temperatura será siempre la misma. También evitaremos quemaduras por agua demasiado caliente.
Compagina confort y medio ambiente con los grifos termostáticos.